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domingo, 23 de agosto de 2015

jueves, 15 de agosto de 2013

APOYANDO A ÚBEDA

DESDE EL RESPETO A TODOS

 
Carnicerito de Úbeda
Nombre: Juan Antonio Millán Herrador
Apoderado actual: Cristóbal Millán Díaz
Fecha de Nacimiento: 03/02/1978
Localidad de Nacimiento: Úbeda
Provincia de Nacimiento: Jaén
Pais de Nacimiento: España

Historial:


Presentación:
Novillero
Fecha: 07/08/1996
Plaza: Las Ventas, Madrid. (España)
Ganadería: Sotillo Gutiérrez
Cartel: El Cid y Juan Salvador

Debut con Picadores:
Novillero
Fecha: 25/08/1996
Plaza: Baeza (España)
Ganadería: Gabriel Rojas
Cartel: Dávila Miura y Hugo de Patrocinio

Alternativa:
Fecha: 29/09/1998
Plaza: Úbeda (España)
Padrino: Paco Delgado
Testigo: José Tomás
Nombre de res: "Flor de Gamón", negro, nº 17
Ganadería: Gavira
Resultado artístico: Oreja
Vestido: Blanco y plata. Cortó una oreja al segundo.

Debut en América:
Fecha: 21/04/2001
Plaza: Riobamba (Ecuador)
Ganadería: Atocha
Cartel: Andrés Sánchez y Guillermo Albán
Resultado artístico: Ovación

Confirmación:
Fecha: 23/08/2009
Plaza: Las Ventas, Madrid. (España)
Padrino: Francisco Javier Corpas
Testigo: Serranito
Nombre de res: "Regatino"
Ganadería: Juan Luis Fraile
Resultado artístico: Aplausos
Ovación en su segundo toro.
Vestido: Marino y oro.

 
Juan Luis Pizarro
Nombre: Juan Luis Pizarro Higueras
Pais de Nacimiento: España

Historial:


Debut con Picadores:
Novillero
Fecha: 26/06/2004
Plaza: Navas de San Juan (España)
Ganadería: Hnos. Collado Ruiz
Cartel: Javier Benjumea y Álvaro Justo
Resultado artístico: Dos orejas
Cortó dos orejas más al segundo de su lote.

Alternativa:
Fecha: 29/09/2005
Plaza: Úbeda (España)
Padrino: Enrique Ponce
Testigo: El Fandi
Nombre de res: "Flor de Romero"
Ganadería: Carmen Segovia
Resultado artístico: Oreja
Vestido: Blanco y oro.
Cortó otra oreja a su segundo toro

 
Úbeda Toros S.L.

@DelgadoyMoya

Empresa Taurina. Actualmente las plazas de Villacarrillo,Pegalajar, Castellar,Guadix,Cambil,Membrilla..Disponemos de 4 plazas portatiles Distinta Capacidad.
                                                                 Úbeda (Jaèn)

miércoles, 16 de enero de 2013

PREVALENCIA DE LOS ENCASTES EN EL TORO DE LIDIA ACTUAL

 
Con tres cuartos de entrada se ha celebrado la tercera conferencia del XI Aula de Tauromaquia de la Universidad CEU-San Pablo, “Prevalencia de los encastes en el ganado de lidia actual”. Ha encabezado cartel D. Rafael Cabrera Bonet, en realidad como único espada, realizando, una vez más, un despliegue de formas y fondo, a pesar de lo pregonado del tema y el manoseo del mismo en mentideros y círculos taurinos.


(Antes de continuar, disculparnos por la baja calidad de las fotografías, parecen más daguerrotipos que otra cosa, pero mejor pedir perdón que pedir permiso).
Deja claro Don Rafael desde el inicio que se centrará en la Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL) ya que el 80% del ganado vendido a festejos mayores (incluye corridas de toros, rejones, festejos mixtos y novilladas con picadores) procede de la UCTL (400 ganaderías inscritas), y eso que Núñez del Cuvillo, la que más toros lidia, no pertenece a dicha Unión.
En el año 2001, con el Real Decreto 60/2001, de 26 de Enero, sobre prototipo racial de la raza bovina de lidia, queda reglamentado este tema., marcado entre otros motivos por exigencias europeas. Podemos encuadrar esta normativa en lo que sería un ennoblecimiento, pedigrí, sangre azul, del toro de lidia. Aunque la acreditación del ganado de lidia como tal no queda clara en este Real Decreto:
Debido a una selección basada en criterios de comportamiento, existe en la raza gran variedad de encornaduras, alto grado de variación cromática del pelaje, oscilaciones extremas de perfil fronto-nasal, proporciones, tamaño, peso, etc. De la misma forma, se dan comportamientos característicos por ganaderías y/o encastes, imposibles de aunar, pues cada tipo de toro actual es fruto de un trabajo de selección personal de cada ganadero y sus antecesores. En realidad, existen tantos criterios de selección como ganaderos, pues la raza se caracteriza por su diversidad de comportamientos durante la lidia.

jueves, 3 de enero de 2013

RAZONES A FAVOR DE LA TAUROMAQUIA

Razones que argumentan a favor de la tauromaquia



FILOSOFÍA Y TAUROMAQUIA

Un ensayo filosófico que nos puede ayudar a reflexionar sobre la tauromaquia:


jueves, 12 de agosto de 2010

LOS NUEVOS "JUNÍPEROS"

  Capítulo I


Cómo cortó una pata a un cerdo, sólo por dársela a un enfermo

Uno de los primeros y más escogidos discípulos y compañeros de San Francisco fue fray Junípero, hombre de profunda humildad y de gran caridad y fervor. De él dijo una vez San Francisco a sus santos compañeros:



-- Será buen fraile Menor aquel que se haya vencido a sí y al mundo como fray Junípero.



En una ocasión, en Santa María de los Angeles, fue a visitar, encendido todo en caridad divina, a un fraile enfermo, y le preguntó con mucha compasión:



-- ¿Podría yo hacerte algún servicio?



-- Mucho consuelo me darías -le respondió- si pudieras hacerme con una pata de cerdo.

-- Déjalo de mi cuenta -dijo al instante fray Junípero-, que inmediatamente la encontraré.



Marchó, y se hizo con un cuchillo, creo que en la cocina; salió con mucho fervor al bosque donde comían unos cerdos, y echándose a uno, le cortó una pata y huyó, dejándolo con el pie cortado. De vuelta ya en el convento, lavó, arregló y coció la pata, y después de aderezarla muy diligentemente, se la llevó al enfermo con mucha caridad. El enfermo la comió con avidez, no sin mucho consuelo y alegría de fray Junípero, el cual, para contentarlo más, le refería, muy gozoso, todas las circunstancias del asalto que había dado al cerdo.

Mientras tanto, el porquero, que había visto al fraile cortar el pie, se fue con mucha indignación a contar a su amo toda la historia según había sucedido. Y éste, informado del hecho, vino al convento llamando a los frailes hipócritas, ladronzuelos, engañadores, criminales y gente perdida, porque habían cortado la pata a su cerdo. Al gran alboroto que hacía, acudió San Francisco, y en pos de él los otros frailes. El Santo, como ignorante del hecho, los excusaba, con mucha humildad, y para aplacarle prometía reparar todo el daño que había recibido. Mas ni por eso se calmaba, antes prorrumpía con mucha ira en villanías y amenazas, irritándose más contra los frailes, e insistía siempre en que con toda malicia le habían cortado la pata a su cerdo; y, por fin, se marchó escandalizado, sin querer admitir excusa ni promesa alguna.



Lleno de prudencia San Francisco, mientras todos los otros frailes estaban estupefactos, pensó y dijo para sí: «¿Habrá hecho esto fray Junípero por celo indiscreto?» Y haciéndole llamar secretamente, le preguntó:



-- ¿Cortaste acaso tú la pata a un cerdo en el bosque?



Fray Junípero, no como quien ha cometido una falta, sino como el que cree haber hecho una grande obra de caridad, respondió muy alegre:



-- Dulce Padre mío, así es; corté un pie a dicho cerdo, y si quieres saber el motivo, Padre mío, escúchame con sosiego. Fui a visitar al enfermo fray N...

Y le refirió exactamente todo el hecho, añadiendo después:



-- En vista del consuelo de nuestro hermano y de lo bien que le sentó, te aseguro que, si como se lo corté a un cerdo se lo hubiera cortado a cien, lo habría dado Dios por bien hecho.



A lo que San Francisco, con celo de justicia y con gran amargura, respondió:



-- ¡Oh fray Junípero! ¿Por qué has hecho tan gran escándalo? No sin razón se queja aquel hombre y está tan irritado contra nosotros, y acaso anda ahora difamándonos en la ciudad por tan grande culpa, y tiene mucho motivo. Te mando, por santa obediencia, que corras en busca de él hasta que le alcances, y échate por tierra y confiésale tu culpa, prometiéndole que le darás tan entera y cumplida satisfacción, que no tenga motivo para quejarse de nosotros, pues ciertamente ha sido un exceso demasiado grande.



Fray Junípero se admiró mucho de estas palabras, y estaba asombrado de que una acción tan caritativa pudiese causar la mínima turbación, porque le parecía que las cosas temporales nada valen sino en cuanto se comunican caritativamente por el prójimo. Respondió, por fin, fray Junípero:



-- No te dé cuidado, Padre mío, que inmediatamente le pagaré y le contentaré. ¿Por qué ha de estar así turbado, si al fin el cerdo era más de Dios que de él, y se hizo una obra de caridad tan grande?



Corrió, pues, y alcanzó al hombre, que estaba sobremanera airado y no le había quedado pizca de paciencia. Fray Junípero se puso a contarle cómo había cortado la pata al cerdo y por qué motivo lo había hecho; y se lo decía con tanto fervor, entusiasmo y gozo, cual si en ello le hubiese prestado un grande servicio que debiese ser muy bien recompensado. El hombre, arrebatado y vencido de la ira, dijo a fray Junípero muchas villanías; le llamó extravagante, ladronzuelo, estúpido y malandrín perverso.




Nada se le dio a fray Junípero por semejantes palabras, pues en recibir injurias se recreaba; pero estaba maravillado, y pensó que no le había entendido bien, porque a él le parecía asunto de alegría y no de ira, por lo cual le repitió toda la dicha historia, se le echó al cuello, le abrazó y besó, le dijo cómo todo se había hecho por caridad, y le invitó con muchas súplicas a que hiciese lo mismo con el resto del cerdo. Le hablaba con tanta caridad, simplicidad y humildad, que, volviendo en sí aquel hombre, se postró en tierra, arrepintiéndose y derramando muchas lágrimas por las injurias que había dicho y hecho a tan santos frailes; después mató el cerdo, lo coció y vino a traerlo, llorando de devoción, a Santa María de los Angeles y se lo dio a comer a aquellos santos frailes, en compensación de las injurias que les había dicho y hecho.



Al ver San Francisco en este santo fray Junípero su simplicidad, grandísima paciencia y admirable sufrimiento en las adversidades, dijo a los compañeros y a los demás circunstantes:



-- Hermanos míos, ¡pluguiera a Dios que de tales Juníperos tuviera yo un gran bosque!

 Sí, los antitaurinos hoy son los nuevos "juníperos". Francisco de Asís tenía en Junípero un compañero servicial, pero muy corto de luces. Tan corto  como hemos podido apreciar con la lectura. Claro Francisco tuvo que ir a apaciguar al vecino que montó en cólera, como era lógico y maravillarse ante los cortísimas entendederas de fray Junípero.


Hoy lo juníperos son esos animalistas que ni cortos ni perezosos andan prohibiendo un espectáculo para que no sufra el hermano toro,  a sabiendas que eso va a suponer, de prosperar en todas partes su tesis, la desaparición del toro de lidia, de sus razas y encastes, amén del daño que se le va a hacer a muchas personas que giran alrededor del toro... 

No merece la pena seguir hablando, Se ve que juníperos existirán siempre, con sotana y sin ella: los tiempos nos siguen y nos seguirán maravillando. Y si bien el deseo de Francisco era tener un bosque lleno de juníperos, esperemos que se refiriese a la planta del mismo nombre, porque si no fuese así supongo yo que lo que es dejarle a Junípero un cuchillo no se atrevió más Francisco.



viernes, 30 de julio de 2010

A VUELTAS CON LA PROHIBICIÓN

 El pasado veintiocho de julio se prohibieron las corridas de toros en Cataluña. Desde entonces ríos de tinta se están extendiendo por toda España. Ha sido un mazazo para los pro y un revulsivo para los anti. Ciertamente esta historia es tan vieja como la tauromaquia misma. Siempre la misma dualidad: unas veces más acentuada en un lado y otras veces en el contrario, pero ciertamente siempre ha existido.

Hasta aquí, nada nuevo bajo el sol, pero el matiz que barniza esta decisión no ha colado. Esta vez ha sido otra cosa la que ha inclinado la balanza: la política nacionalista, pura y dura, aderezada por un tonto útil -el PSC - así que ¿de qué hablamos? ..: de España versus Cataluña; de taurinos versus animalistas; de PSOE versus PP; de tripartito versus PP...
No merece la pena, todo ha sido un insulto a la inteligencia. Los políticos nos toman por idiotas, por masa amorfa fácilmente maleable.

Aunque parezca una incongruencia el cazador, en nuestra sociedad, defiende la Naturaleza y el torero también. Cuando un cazador mata el animal sufre -unas veces más que otras-, cuando un torero lo hace el toro sufre - unas veces más que otras-, lo mismo que un lobo con un cervatillo... Es la vida. Pero la muerte de un toro en la plaza está asegurando el bienestar de su especie en la dehesa -de la vaca y su ternero, del semental, de los cabestros y de lo más importante, de muchas personas que viven  y ganan su salario gracias a ese sacrificio.

Si queremos hablar de otros valores también lo podemos hacer. Una rata de laboratorio sufre y sufre indeciblemente con todas las manipulaciones que tienen que padecer a manos de los científicos. Nadie niega ese valor a ese animal. Gracias a su sufrimiento la ciencia avanza y los seres humanos nos beneficiamos de ello. Es un dolor supeditado a un bien superior .  El cerdo sufre con su estabulación y en el matadero, pero lo supeditamos, su sufrimiento, a un bien superior que es el de alimentar al ser humano.El toro sufre en la plaza -sobre el grado hay discusiones fundamentadas y controvertidas-, pero lo hace en aras a un valor superior: el arte.-se podría llevar al matadero y no se haría revuelo alguno-. El aficionado no es un sádico sediento de sangre y dolor. El aficionado va a ver una composición efímera que sólo quedará en su retina y que raya lo increíble: transformar la fuerza bruta en un baile lleno de belleza, de sabiduría, de poderío..., es algo que se consigue de tarde en tarde, pero que merece la pena. El torero se erige en ser superior y crea instantaneas bellísimas delante mismo de unos pitones que le pueden arrebatar su vida. El aficionado no va a ver morir a un animal como fin último, no va a ver una tortura, no se complace en ello, aunque sabe que se le está dando a un animal. Eso comprendo que no lo entienda mucha gente y que ante su incomprensión sólo vea sangre, desgarros y sufrimientos. Es la expresión de su incapacidad para captar, en lo más duro de la vida - la lucha con la muerte- la belleza del ser humano.

Ahora  la intolerancia se hace acérrima y prohibe. No busca ni tan siquiera una evolución. No pide que se evolucione porque están fuera - el toro, la dehesa, la raza brava, los encastes, la gente del toro le importan un bledo-. Sólo está su idea su sensiblería disneyniana y su alma hitleriana: esto no me gusta se prohibe y  ya está.  Casos tenemos en estos últimos tiempos: gente que no cree, pero que todo su afán es legislar a los que creen, incluso ser sus nuevos obispos y papas para decirles lo que tienen que hacer, como tienen que adorar... Gente que no cree en la familia, ni forman ninguna, pero que les dicen a los que la tienen como lo tienen que hacer. Lo mismo pasa con los toros. Bien se lamenta Curro Romero cuando dice: volvemos a la dictadura.

Hasta ahora, la gente del toro, a la que se acusa de asesina, sádica, inculta, bruta y otras lindezas ha dado muestras y ejemplo de civismo. Siempre he oído que comprenden a los que no les gusta, pero que si no quieren ir que no vayan. Yo te respeto y tú me respetas: parece lógico ¿no? Pues nada, predicar en el desierto. Pero sí hay que decir que es un coso taurino donde se practica la democracia. El pueblo valora la faena, se consulta al pueblo que premio se quiere, se expresa el agrado y el disgusto de forma civilizada..., y si no que le pregunten a cualquier torero que ha matado mal o ha hecho un desaguisado con la espada que le responde el pueblo aficionado.

No, amigos antitaurinos, no tenéis ni idea de lo que es la fiesta taurina y es una lástima que después vayáis imponiendo vuestras equivocadas opiniones y denigrando a los que no las comparten. Me gustaría que amaseis más la Fiesta de los toros y que en lugar de su prohibición pidieseis su evolución. Seguro que estaríamos todos en otra tesitura y si lo que queréis es prohibir seguid con la caza, la pesca, las carreras de caballos, de trineos, los circos, los zoos, los acuarios, la cría de la oca, la utilización de animales para carros que transportan turistas y hagamos de esta Tierra el paraíso que todos queremos: el hombre y la mujer sentados y los animalitos libres por la Naturaleza eso sí hacedlos a todos vegetarianos porque así evitareis el dolor ..., y todos en coro podremos gritar: ¡Triufaron los animales!


A los animales,a las plantas al entorno hay que protegerlos, pero por encima está el ser humano que sí es sujeto de derechos y deberes. El ser humano debe dar pasos hacia una compasión mayor hacia los animales, pero sin caer en la idolotría de dotarlos de un alma y unos sentimientos que no poseen. Los animales están al servicio del ser humano y él le ha de responder con agradecimiento en los casos en los que se les pide su sacrificio, reconociéndoles sus méritos y mitigando, en lo posible, su sufrir. En eso están muchos de los profesionales del toro que: han quitado banderillas de fuego, han suprimido las puyas sin cruceta o de bombilla, han buscado una banderilla que quiebre al ponerse y que no haga el efecto de perforadora, han reducido el tercio de varas, han buscado unos cajones adecuados para su transporte..., por tanto se va evolucionando.  Yo estoy seguro que entre los animalistas hay personas que son capaces de decir como se sacrifica a ese animal o como se le reduce vigor y que no sea a besos. Así quitaríamos la tortura que tanto les molesta - mas dudo que si se consiguiese seguirían pidiendo la abolición pues lo que les molesta es ver que hay gente que capta otros valores como lo hicieron Picasso, Lorca etc y ellos son incapaces de llegar ahí-. Pero dejar a miles de personas en la calle, sin trabajo, porque les molesta..., eso sí es una tortura. Lo mismo nos encontramos con otra ILP en los parlamentos que nos obligue, a todos, a ser vegetarianos y seguro que saldría aprobada porque memas señorías hay para dar y tomar.Así se podría comprender mejor la sonrisa del fenómeno cordobés y del catalán universal que renglones más arriba tenemos. O señorías que, convencidos, dejan un mundo mejor a sus hijos, mientras otros son condenados a dejarle otro mundo peor a los suyos porque no tienen con que ganarse la vida ni pueden ejercer con lo que le gusta. A no ser que capten que lo mejor es sentarse en un escaño.
También los taurinos se tendrían que dar cuenta de lo mal que lo han hecho. Los profesionales hace veinte años o más, cegados por el brillo de los beneficios televisivos cerraron la puerta a la renovación natural. Así que los jóvenes se quedaron sin ver a la figuras, a las corridas de relumbrón y empezaron a conformarse con espectáculos menores que nada les decían. Pusieron las piedras para un edificio que hoy falla por la base y que si los antitaurinos no hubieran forzado hubiese terminado por perecer porque la renovación no existía en la cantidad adecuada por abajo. Trasladar esto mismo al fútbol  y veréis como funciona de otra forma. 
Ahora cuando salen las figuras con gestos cariacontecidos y ellos son los primeros en negarse a hacer afición, a acercarse al joven, al niño y hacerles soñar sólo me produce más tristeza. Cuando en los pueblos no se fomenta el acceso a la plaza de la juventud, sino de los ¡jubilados!, cuando los ganaderos y empresarios se niegan a exponer el ganado, cuando los toreros salen corriendo después de la corrida y no se esfuerzan en acercarse a los muchachos y muchachas que quieren estar cerca de ellos ¿què esperáis?, cuando las corridas televisadas son siempre de los mismos -ole por ellos que sí han comprendido el problema- ¿qué esperáis?
Los toreros, empresarios y ganaderos de ahora son los que tienen que hacer más sacrificios si quieren un futuro, de lo contrario no tarderemos en lamentarnos con otro episodio como el que nos ocupa.

Si es así, pues nada, sea: ¡Va por ustedes!

 .

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Diez "razones" taurinas

El debate que se ha suscitado en Cataluña sobre la permanencia o no de las corridas de toros ha removido conciencias y también la toma de posiciones a favor o en contra.

 A mi entender los animalistas fomentan la prohibición desde un profundo desconocimiento de la llamada "Fiesta Nacional". No creo que nadie en su sano juicio diga que no es un espectáculo duro, algunas veces superlativamente duro, sobre todo cuando el que muere es un torero. Pero vayamos paso a paso:

1.-Si se prohiben las corridas se habrá conseguido quitar la crueldad que, por otra parte, es cosustancial en la Naturaleza, también se habrá conseguido quitar al toro como especie. El toro bravo tiene una serie de ramas que lo enriquecen, que le da una variedad difícil de sostener en un zoológico o en una reserva. Primer contrasentido, por tanto. Prohibiendo las corridas extinguimos, casi con toda seguridad, este animal único y bellísimo que es el toro bravo.

2.-Una característica propia y única española es la dehesa, un ecosistema único que enriquece nuestro paisaje y nuestra fauna. Si el toro deja de existir, este espacio también.

3.-Sí al toro, durante veinte minutos se le somete a un estrés, un sacrificio que resulta difícil de aceptar, sobre todo a mentalidades urbanitas y anglosajonas, pero el sacrificio de ese animal macho está salvando a toda su especie y le está asegurando una existencia muy placentera en el campo. De esto sí saben los ecologistas que abogan por carnes ecológicas y demás-. También puede conseguir, por su bravura salvar su vida y eso no se da, por ejemplo en la caza.

4.-Puede ser que los mismos tiempos traigan una evolución al rito de la corrida. Las corridas no son algo estanco, fósil; están en evolución, aunque algunas veces, ésta, nos parezca demasiado lenta. Pasó a principios del siglo pasado con el peto, pasó a mediados con las banderillas de fuego, pasó en Portugal con la prohibición de matar con la espada...¿quién puede asegurar que no pase, en otro aspecto de la lida ahora?

5.-En este sector animalista detecto situaciones que me confunden. ¿Son tan puros sus intereses? ¿Son los que le dan voz al toro, como dicen ellos? Bien, dejémoslo así. ¿También van a prohibir la caza? Es una actividad cruel, en el que la muerte es real, hay sangre, mutilación. ¿La pesca será igualmente objetivo de estos traductores del lenguaje animal?

6.-Hoy por hoy el torero es el mejor amigo del toro, amén de ser de los últimos seres auténticos que quedan. Su sacrificio, su disciplina, su altruismo en la plaza para con los compañeros, su generosidad no son muy entendibles en el mundo de hoy.Desde el inmenso respeto que me merecen todos los que se visten de luces manifiesto que su  amor por el toro es mucho más grande, pero mucho más que el de todo esos animalistas juntos. Son gente que vuelven sus ojos a lo primigenio, a valores que se han perdido o que están en total desuso en una sociedad que prácticamente ha perdido su norte. Lo que sí puedo asegurar que eso no pasa en un torero: sabe quién es y da razón de ello con su ejemplo.

7.-Las corridas son manifestación cultural, es una expresión social y sus raíces se hunde en lo más profundo del ser ibérico que ya tenía como totem al toro. Los bueyes de Gerión no son mitología, fueron y son a través del tiempo expresión del genio español. Alrededor del toro, todavía, como un imán este pueblo de esencia ibera se reúne en manifestación única. El poder de convocatoria del toro es, en nuestros días, increíble, como increíble es la admiración que despierta en cualquier español la sola presencia de un toro en todo su esplendor.

8.-El toreo es un arte. Cierto que se argumentará que ningún arte utiliza la sangre, pero para componer ese ballet de vida y muerte que crean toro y torero en la plaza es necesario -hasta ahora-, mermar al toro en su fuerza bruta para componer ese arte "árabe", por lo efímero, por su afán de no permancer, de no ser eterno, que sólo quedará en la retina y en el recuerdo del espectador. Esa obra no perdurará. Se captará el instante. Será fugaz, pero su impronta dejará huella indeleble en el alma del espectador. Ese misterio lo han plasmado artistas tan variados como: Lorca, Picasso, Goya, Machado etc.

9.-Los animalistas son personas que hay que respetar, lo mismo que se pide por parte de los sectores taurinos. El pensamiento único no puede ser aspiración para nadie. La libertad sí. Libertad para adquirir una entrada o para rechazarla. Sombra y luz; cazador o no cazador, taurino o no taurino..., caras de una misma moneda que hasta el presente coexistían respetándose sin invadir el terreno del otro. Estaban ahí en cualquier sector de la sociedad, vivían existencias parelelas, como vías del tren, no se tocaban. Ahora alguien ha decidido cruzar o retorcer esas vías. El resultado puede ser un nuevo empobrecimiento de esta sociedad.¡Qué poco enseña la Historia a algunas personas!

10.- No es el que viste a un perro con pololos el que más quiere a ese animal, no es el que le pone una sombrilla a un perro el que sabe tratarlo o el que lo deja dormir en su cama. El ganadero de bravo cría a sus toros como lo que son: toros. Los trata como a tales y les da una vida semisalvaje que mucho me temo que desconocen estas personas que integran el sector animalistas. El gran Tragacete, campeón de caza, ilustra con una frase lo que es este sentir: "Que amen la naturaleza y a los animales, que respeten, y que cacen de poder a poder", les dice a los cazadores. Pues bien, en esa frase está reflejada perfectamente la filosofía del torero.

  Vivimos en un mundo que debería volver sus ojos a ese otro mundo del toro: aprendería mucho. El mundo rural es también maestro para este mucho urbano soberbio que se cree en posesión de todo el saber. Pero también el mundo del toro no ha de ser autista; debe escuchar y hacer las cosas cada día mejor para que el enemigo más peligroso no sea el de dentro. Y sobre todo veamos en la juventud la correa transmisora de nuestra esencia; eso se está olvidando. Sólo unos pocos taurinos comprenden la importancia de fomentarla entre los más jóvenes. Bien por ellos porque ellos se salen de esa frase lapidaria de Domingo Dominguín sobre las corridas de toros: "un espectáculo brillante en manos de mediocres".

   Por último corroborar el pensamiento de Luis Francisco Esplá: el toreo es una pasión y como tal se la vive o se la rechaza. Eso es lo que está pasando: taurinos y antitaurinos dos mundos antitéticos separados por una pasión. Se la tiene o no se la tiene. Por eso, seguramente, todo lo escrito anteriormente es un ejercicio inútil.

   El debate abierto en la actualidad no es nuevo, seguirá y seguirá. El maestro Esplá tiene razón :  las pasiones se sienten no se razonan; pero lo mínimo que se puede pedir es que se respeten.

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